Un hombre es invitado a una residencia de autores bajo el requerimiento de escribir un libro que guarde relación con la ciudad anfitriona. Para ello, se convierte en un observador del lugar y de las personas que le rodean. Fruto de esa reflexión será «Cinco» (en letras), una ficción en torno a un hombre inadvertido, una panadera sin clientes, un padre asesinado, una bruja protectora de la infancia y un niño que en las costas de Venezuela oficia de ángel de la guarda para marineros borrachos.
Veinte años después, el narrador vuelve a ese texto con la intención de reescribirlo. Esta segunda parte, titulada «Nota», constituye un relato no menos ficticio, plasmación de las vivencias de un foráneo pero, a la vez, conjetura sobre la concepción de la escritura. La suma del original «Cinco» más la «Nota» complementaria arroja como resultado el libro 5.