Iniciadas las protestas, los/las manifestantes interpelaron y cuestionaron las coberturas mediáticas, las parrillas programáticas, los intereses editoriales y poderes fácticos tras los mass media, develando de esta manera el rol que ha jugado buena parte de la prensa frente a las expresiones y manifestaciones de descontento social. El pueblo movilizado exigía un periodismo ético y medios de comunicación capaces de cumplir con el papel público que les cabe: estar al servicio del bien común e informar veraz y oportunamente. Se hacía necesario entonces revisar el problema del ejercicio periodístico y la comunicación en el marco de la revuelta. ¿Cómo se producía este hastío popular con las coberturas mediáticas tradicionales? ¿Cuánto descrédito se había acumulado en la población por años para que la crítica a los medios se transformara en una de las principales consignas de las protestas masivas? Este libro recopila diversos artículos que problematizan sobre algunas de estas cuestiones y que ahondan, desde distintos lugares, en el problema de los medios de comunicación, el ejercicio periodístico tradicional y aquel alternativo-resistente-contrahegemónico que ha hecho de principal registro de las movilizaciones sociales.