En una noche de su niñez, Laura despertó para descubrir que no estaba sola: desde un costado de su cama, el rostro bello y solemne de una mujer la contemplaba. Hechizada por la sonrisa de su visitante, Laura volvió a dormir. De pronto, dos agujas parecieron hundirse en su pecho... Ahora Laura es una joven, sensible y solitaria. Aislada en el viejo castillo de su padre, anhela compañía y amistad. Su padre ha ofrecido hospedaje a una viajera misteriosa, que podría ser la amiga que necesita. La atracción y el miedo se confunden en el corazón de Laura al descubrir el rostro de su huésped: es la aparición de su infancia.