Porque las cartas físicas jamás podrán ser hackeadas y guardan secretos que podrían llevarte hasta la muerte.
Emilio es estudiante y, a ratos, cartero: se encarga de repartir las cartas de sus compañeros escritas a chicas (y a veces chicos) de otros liceos. Ha creado un sistema de mucha confidencia e intimidad, cuando un día aparece una carta misteriosa que resulta ser una declaración de venganza contra Emilio. Alguien lo está persiguiendo para hacerle daño.
Él, sin embargo, es inteligente y tiene el talento de saber lo que sienten y piensan los demás solo viendo sus gestos. Cree que “No importa lo que las personas dicen, sino lo que piensan”.
Matones, notas de amenazas, amigos y hackers se conectan en una entretenida trama en que sus personajes descubrirán lo mejor y lo peor de sus compañeros de curso.