Si hay algo que caracteriza a los personajes de estos relatos es la firmeza y la convicción con las que se aferran a la vida. De una u otra manera, todos están atravesados por la inmigración y sus derivas más crueles, aunque también por momentos luminosas. Un boxeador fracasado termina esculpiendo uñas en el negocio de su hermana; una niña esconde las comunicaciones del colegio para no poner en evidencia que sus padres desconocen la cultura y el idioma del país al que acaban de mudarse; dos pequeños hermanos esperan con ansias que llegue esa única noche al año en la que recorren el barrio disfrazados de fantasmas y, sin saber bien por qué, reciben golosinas gratis; una mujer mantiene un amorío con un hombre cuarenta años menor. Idiomas, usos y costumbres, paisajes y recuerdos se entrecruzan con nostalgia y humor en Cómo pronunciar cuchillo, el primer libro de relatos de la escritora Souvankham Thammavongsa, un referente ineludible a partir de hoy de la literatura canadiense contemporánea.