Estos textos recorren toda la vida de Highsmith, desde su época de estudiante hasta sus últimos años en Suiza, y nos permiten acompañarla en las dudas juveniles sobre su identidad sexual, en las noches sin fin del Greenwich Village neoyorquino de los años cuarenta -de copas con personajes variopintos como Judy Holliday y Jane Bowles-, en los primeros atisbos de su vocación literaria y el temprano éxito de Extraños en un tren -llevada casi de inmediato al cine por Alfred Hitchcock-, en su paso por la colonia de artistas de Yaddo -en compañía de Chester Himes y Flannery O’Connor-, en su prolija y convulsa vida amorosa, en la publicación de su novela de amor lésbico El precio de la sal -después retitulada Carol- con seudónimo para esquivar el escándalo, en la creación del sociópata Tom Ripley como fruto destilado de sus demonios interiores, en su afición al alcohol...