Mistral tuvo una fuerte y sostenida conexión con la naturaleza. Su infancia en un lugar en donde el paisaje era protagonista -las montañas y los cielos del Elqui- debe haber propiciado que creyera, como siempre lo hizo, en una estrecha correspondencia entre naturaleza y vida. Su mirada de la flora, la fauna y los entornos que la rodearon es delicada y espiritual y tiene a menudo un alcance social.
Elogio de la naturaleza, al cuidado de Daniela Schütte González, reúne más de setenta escritos en prosa de la Premio Nobel de Literatura donde su mirada, su imaginación y sus recuerdos se despliegan con la fuerza inconfundible de su escritura. Las aguas, las arenas, los sauces, las piedras, las montañas, las ballenas, el alerce, los queltehues, los grillos y las tortugas, entre otros, son los protagonistas de estas páginas de conmovedora belleza en las que Gabriela Mistral elabora la posibilidad de un consuelo en el tiempo paralelo que propone la naturaleza.
Gabriela Mistral
Lumen