Este libro ha sido concebido como un Manual en torno al proceso que sigue la realización de un documental. No solo es un manual práctico, sino que es también la ruta por la que transita el autor, desde cómo enfrentar esos pequeños “átomos dramáticos”, es decir la realidad, hasta la mezcla final del sonido, y más.
El texto surge a partir de las clases que Guzmán viene realizando desde 1983, lo que le
ha permitido reflexionar en torno a su quehacer y compartir esa experiencia, la que de
algún modo siempre es algo nuevo, porque en ella no deja de experimentar, de buscar
la manera singular de comunicar. Y esta singularidad está asociada con el lugar que el
documentalista asume para crear:
«Mis ideas se apoyan en el cine de autor, es decir, en los cineastas independientes. Nuestra aspiración nace de la subjetividad. Fabricamos obras porque nos empuja una visión poética del mundo. Somos libres y nos movemos en el ámbito del instinto».
Este Manual se expande más allá de las orientaciones de cómo hacer cine-documental. Las secciones Sinopsis, Artículos y Reseñas van a completar el cuadro; ellas dan cuenta de una manera de analizar, de recordar, de mirar y ser en el mundo, de pensar la realidad y el relato literario y visual. Es así como este libro «habla del corazón de un filme y también habla de lo que hay más abajo: los ladrillos, la materia, los átomos, los sonidos, que dan vida a una obra».