La crisis social y política en la que estamos es la expresión del nivel intolerable de desigualdad multidimensional que Chile ha alcanzado, y que diversas organizaciones y movimientos sociales han venido haciendo sentir desde antes del 18 de octubre de 2019. El modelo de gobernabilidad no se ha orientado a cumplir la función social y pública que le cabe, y ha vulnerado los derechos básicos de las personas y la naturaleza, lo que ha afectado gravemente el desarrollo de la vida en todas sus formas. Esto ha tenido como consecuencia la sobreexplotación de la naturaleza, el medioambiente y las personas, condenando a la precariedad y a la privación de dignidad a la mayoría de la población. A raíz de lo anterior es que vemos el proceso constituyente como una oportunidad histórica donde el rol del hábitat, las y los habitantes y la relación social con el territorio se hagan parte, recogiendo las reflexiones, experiencias y propuestas de quienes han estudiado e intervenido activamente en la materia, proyecto que aglutina visiones que se han desarrollado en la academia y en las calles, y que se concentran en esta publicación a partir de ensayos, conversaciones e imágenes, abordando las diferentes dimensiones de un hábitat digno en la Nueva Constitución.