En Hora de cierre Mauricio Carvallo revela al público parte de su tesoro personal: sus entrevistas políticas realizadas durante cuarenta años de ejercicio en la primera plana de la contingencia nacional; las declaraciones que fueron marcando el pulso de los hechos; la historia tras cada entrevistado; la metodología;a empleada en la construcción de cada cuestionario y su puesta en escena ante lo que resultó; ser un abigarrado conjunto de civiles y militares, en un tiempo infame y desafiante en que estos últimos fueron además agentes políticos centrales.Carvallo es periodista y maestro de ajedrez, dos identidades en una sola, condición que transformaba sus preguntas en jugadas eximias que no siempre los personajes lograban advertir. La agente de la DINA Mariana Callejas, por ejemplo, le entregó antes que a la justicia chilena y las cadenas periodísticas estadounidenses; informaciónn clave sobre el asesinato del ex canciller Orlando Letelier, en el que participó con su esposo, el ángel de la muerte; Michael Townley; a Óscar Aitken, albacea de Pinochet, sus revelaciones sobre los caudales del general le costaron la cárcel; el propio dictador declaró; estado de emergencia tras la revelación de la forma en que adquirió propiedades en El Melocotón, según datos proporcionados por el poderoso empresario Ricardo Claro y el ex fiscal militar Alfonso Podlech; Patricio Aylwin, flanqueado por Ricardo Lagos y Eduardo Frei, debió condenar frente a la Concertación en pleno la entrevista en que le reconoció; haber propuesto a un general en 1973 que un per´´iodo de dictadura seríaa necesario para Chile. Un volumen necesario no sólo para la comprensión pendiente de un período al mismo tiempo aciago y esperanzador, sino además para la construcción de la historia de un periodismo chileno que habló claro frente al país, que abrazó la contingencia sociopolítica como su más importante tema de conversación, y que asumió; la defensa de la palabra como su más apreciado emblema.