El primer encuentro ente jean bosmans, un aprendiz de escritor, y margaret le coz se produce por azar. Los dos huyen de los disturbios de una manifestación, y en la boca del metro él tropieza, la arrastra consigo, la multitud los aplasta contra la pared. Años después el protagonista de la novela se pregunta si es posible estar seguro de que las palabras que dos personas han intercambiado durante su primer ... Ver más Ocultar El primer encuentro ente jean bosmans, un aprendiz de escritor, y margaret le coz se produce por azar. Los dos huyen de los disturbios de una manifestación, y en la boca del metro él tropieza, la arrastra consigo, la multitud los aplasta contra la pared. Años después el protagonista de la novela se pregunta si es posible estar seguro de que las palabras que dos personas han intercambiado durante su primer encuentro se han disipado en la nada como si nunca hubiera sido pronunciadas ¿y si todas esas palabras quedaran suspendidas en el aire hasta el fin de los tiempos y bastante tan sólo un poco de silencio y de atención para captar sus ecos? Bosmans se busca en un viaje al pasado sólo recuperable a partir de fragmentos de vida que reverberan como esas palabras del primer encuentro amoroso. A trompicones, anotando uno a uno los recuerdo en un pequeño cuaderno, avanza bosmans en su itinerario por los meandros de la memoria tras los pasos no sólo de sí mismo, sino, ante todo, de margaret le coz. Y va siguiendo el rastro de esa mujer inasible que, como sucedía con la enigmática louki de en el café de la juventud perdida o la denise de calle de las tiendas oscuras, hechiza al lector. El primer encuentro ente jean bosmans, un aprendiz de escritor, y margaret le coz se produce por azar. Los dos huyen de los disturbios de una manifestación, y en la boca del metro él tropieza, la arrastra consigo, la multitud los aplasta contra la pared. Años después el protagonista de la novela se pregunta si es posible estar seguro de que las palabras que dos personas han intercambiado durante su primer encuentro se han disipado en la nada como si nunca hubiera sido pronunciadas ¿y si todas esas palabras quedaran suspendidas en el aire hasta el fin de los tiempos y bastante tan sólo un poco de silencio y de atención para captar sus ecos? Bosmans se busca en un viaje al pasado sólo recuperable a partir de fragmentos de vida que reverberan como esas palabras del primer encuentro amoroso. A trompicones, anotando uno a uno los recuerdo en un pequeño cuaderno, avanza bosmans en su itinerario por los meandros de la memoria tras los pasos no sólo de sí mismo, sino, ante todo, de margaret le coz. Y va siguiendo el rastro de esa mujer inasible que, como sucedía con la enigmática louki de en el café de la juventud perdida o la denise de calle de las tiendas oscuras, hechiza al lector.