Lanallwe en un ensayo autobiográfico que conecta emulsiones fotográficas, el flujo de las aguas, las vetas de la madera, el papel y la memoria. A partir de una serie de fotos instantáneas heredadas, la narradora de este relato intenta reconstruir la historia –o una o su historia– de la casa en el lago donde transcurrieron los veranos de su infancia junto a su familia. Buscando, interrogando e interpretando aquello que se ve y se oculta en esas fotografías es que se despliega un potente ejercicio de memoria –y de ajuste de cuentas con la misma– en donde se dan cita múltiples voces para traer de vuelta al presente las aguas de la biografía familiar y las de la historia colectiva: el despojo territorial del pueblo mapuche. Aguas turbias, ambas, como las aguas del mismo lago.