La niña en la palomera se ha convertido en algo así como un clásico de la dramaturgia chilena de los años 60. No sólo instrospección sicológica de las dudas, angustias de esta adolecente de clase media baja aparecen aquí, sino también el entorno físico, familiar y social que la rodea. Por la correcta unión de estos elementos -lo individual y lo colectivo-, esta obra es la apasionante muestra de una crónica de la realidad chilena de los últimos 20 años.