Este libro se compone de cuatro piezas breves, que por un lado iluminan la intimidad y la cocina literaria de Lampedusa y por el otro tienen un notabilísimo interés por sí mismas. Se abre con unos «Recuerdos de infancia» que son evocaciones íntimas de personajes y escenarios de un universo que es la base de El Gatopardo; a estos les sigue el conciso cuento navideño «La alegría y la ley», y a continuación la que probablemente es la pieza más extraordinaria de este volumen: «La sirena», relato mitológico, sensual y melancólico, que despertó la admiración entusiasta de Marguerite Yourcenar. Por último, «Los gatitos ciegos», un cuento destinado a convertirse en el primer capítulo de una segunda novela que Lampedusa no llegó a escribir. Cuatro luminosas joyas que muestran la inmensa sabiduría literaria de su autor.