Durante los años del régimen militar, se escribieron estanterías completas de poesía política que, de una u otra forma, ayudaron a mantener viva la resistencia contra la dictadura y sirvieron de protesta contra un neoliberalismo económico descarnado. Con el arribo de la democracia esta vertiente de poesía política prácticamente se secó, salvo por contada excepciones.
Oyaneder retoma esta tradición con un lenguaje directo y prosaico no exento de lirismo y humor. El autor consultado por la contribución que ve en este poemario señala: «Creo que reflotar la poesía política era una urgencia. Salvo por el trabajo de José Ángel Cuevas y Armando Uribe, el resto de los escritores parecen haberse desligado de un compromiso que yo considero la piedra angular de todo arte. transición es una crítica a la consolidación de un modelo heredado de la dictadura, a la ineptitud de una clase política que le resultó muy fácil tentarse, pero también un mea culpa por la desidia y asepsia social de nosotros los ciudadanos».
Este volumen nos pasea por una ciudad donde ya no existen sueños ni esperanzas y donde lo último que va quedando es devorado por animales políticos sin escrúpulos y por una generación que añora tener un monstruo a quien enfrentar, mientras se pasea por malls con el control remoto en la mano. Un libro duro que se lee con una sonrisa que oculta lágrimas, un libro que según Erick Pohlhammer se adentra de modo irónico en el contexto social de la famosa transición perpetua a la ‘plena’ democracia, y fustiga sin clemencia a los saqueadores y oportunistas de la misma.
