Estar enamorado de la mujer que se desea olvidar no es algo que a el joven e impetuoso highlander
Zac Philips le siente bien.
Tiempo atrás, cuando Kieran conoció a su ahora esposa, Angela, Zac posó sus ojos en Sandra, una
muchacha que lo cautivó con su sonrisa. Pero cuando el padre de Sandra falleció, sus abuelos
maternos las obligaron, tanto a ella como a su madre, a dejar su hogar en las Highlands y regresar a
Carlisle, donde ninguna de las dos conseguía ser feliz, sobre todo cuando se empeñaron en
concertarle un matrimonio.
Dispuesto a recuperar a su amada, Zac partió hacia Carlisle, pero al llegar allí se encontró a Sandra
riendo divertida con uno de aquellos ingleses. Ofuscado y con el corazón destrozado, regresó a las
Highlands con la intención de olvidarla.
Sin embargo, Sandra ahuyentaba uno a uno a sus supuestos pretendientes, ganándose así la
enemistad de sus abuelos y, con el tiempo, cargando con la culpa por la muerte de su abuela.
Y para complicar un poco más la vida de la joven, apareció en escena Wilson Fleming, un
expretendiente de Clarisa, la madre de Sandra, al que abandonó por un highlander. El odio que sólo
sentía hacia ella no lo dejaba vivir, por lo que ahora que la tenía de nuevo cerca quería verla sufrir,.
Sabía que la mejor manera de conseguirlo era amargándole la vida a su hija.
Llega la cuarta entrega de la famosa serie de highlanders de Megan Maxwell, Las
guerreras de Maxwell. ¿Te la vas a perder?