Han pasado dos siglos desde que la estación de Yokohama comenzara a extenderse sin descanso por todo Japón. A estas alturas el 99% de la isla central del archipiélago está cubierto por el monstruoso edificio y se encuentra dominado por sus misteriosos designios. Esta situación ha dado lugar a una clara división entre los seres humanos: aquellos que viven en la estación gracias a un implante cerebral denominado “Suika” y aquellos que residen en las escasas zonas que no han llegado a ser controladas. Hiroto es uno de estos últimos, que consigue acceso al Interior gracias al dispositivo que le entrega un misterioso exiliado que ha llegado hasta su aldea. Así comienza un viaje de cinco días y cuatrocientos kilómetros que lo llevará a descubrir los secretos de un edificio con vida propia.