Hay personas a las que dejamos atrás, hay deudas que nunca terminamos de pagar. Aitor Orizaola, “Ori”, es un agente de la Ertzaintza en horas bajas. Mientras se recupera en su casa de la violenta resolución de su último caso -y se enfrenta a un expediente disciplinario- recibe una mala noticia. Su sobrino Denis, que años atrás fue casi un hijo para él, ha sido acusado de asesinato. Pero algo huele a podrido, y “Ori”, incluso de baja y dolorido, tiene algunos trucos de perro viejo para averiguar qué está pasando realmente…