El trabajo de los ojos es un libro hipnótico que empieza cuando la mujer que escribe da cuenta de la muerte de su oculista. El hombre que la ayudaba a ver. El relato, como hilo conductor de la enfermedad visual, bucea en la “enfermedad espiritual”. Siguiendo a Montaigne: “toda enfermedad es primero una enfermedad del alma”. Ya sin su oculista, la mujer narra, se emancipa escribiendo.