A los sesenta años, pobre, sin casa y cesante, derrotado incluso como escritor, un exiliado vuelve a Chile para encontrar una ciudad de Santiago paupérrima y peligrosa. En su melancólico y obsesivo deambular conoce a Sofía, la cajera de fuente de soda que le enseña una nueva dimensión del sexo, y al cineasta Ruiz, compañero de la izquierda fracasada que lo introduce en una red criminal de pornografía, además de personajes entrañables como el taxista Waldo. Con suspenso de policial y humor corrosivo, Ídola es una de las mejores y más raras novelas de Germán Marín: su poder verbal llega a la apoteosis para mostrar la vida grotesca y corriente en medio de la devastación histórica, mientras la persistencia de su narrativa, de manera quizá conmovedora, excava hacia las ignotas fuentes del deseo.