“Y yo necesité siete años para entender qué fue María Domecq para mí.”
María Domecq debería estar muerta según los cánones de la medicina. Noboru Yokoi debería
estar muerto según los cánones de la historia. Uno es japonés, la otra es argentina. Juan Forn
no conoce a ninguno de los dos, aunque ambos son sangre de su sangre. Encarnan el secreto
mejor guardado de una familia en cuyo pasado se entretejen la génesis de la ópera Madame
Butterfly y la barbarie de la Guerra del Paraguay, los códigos de honor navales y la Semana
Trágica de 1919, la bomba atómica de Nagasaki y una comunidad utopista en el corazón del
Brasil actual.
En un momento crucial de su vida, después de sobrevivir a un coma pancreático, el
protagonista conocerá a María Domecq y a Noboru Yokoi, aprenderá de ellos cómo lidiar con el
miedo a morir y con el miedo a vivir, y enfrentará la historia familiar silenciada y las
contradicciones que él mismo lleva inscriptas.
En el cruce entre la historia íntima y la Gran Historia, Forn fabrica una potente máquina de
narrar en torno de la decadencia de una clase y del poder curativo del amor en cualquiera de
sus formas. A diez años de su publicación, esta novela consagratoria resiste intacta al paso del
tiempo y propone renovados pactos de lectura.